Signaturit es un prestador de servicios de confianza cualificado certificado por la Unión Europea. Los servicios de confianza que presta Signaturit se encuentran regulados por el Reglamento UE 910/2014 ("Reglamento eIDAS"), directamente aplicable en todos los países miembros de la Unión Europea. Uno de los principales objetivos del Reglamento eIDAS es facilitar las transacciones electrónicas dentro de la Unión Europea y crear un mercado único digital donde haya libre interacción entre los estados miembros. Por lo tanto, los servicios de Signaturit podrán utilizarse dentro de toda la Unión Europea, siendo perfectamente válidos.
Con respecto a los países que se encuentran fuera de la Unión Europea, es importante tener en cuenta que cada país tiene su propia regulación. Sin embargo, en los últimos años la gran mayoría de los países ha visto avances en materia de regulación de firma electrónica, admitiendo su utilización y reconociendo su validez legal. Asimismo, es importante resaltar que en la gran mayoría de los países rige la libertad de forma contractual, pudiendo las partes acordar libremente la utilización de la firma electrónica al momento de celebrar acuerdos. En tal sentido, y en aplicación del principio de libertad contractual, toda vez que las partes decidan celebrar un contrato mediante firma electrónica, se recomienda que lo acuerden expresamente en el contrato, reconociendo expresamente su validez legal.
Por tanto, toda vez que se contrate desde una sociedad española (o de nacionalidad europea) con una parte extranjera, se podrá incluir en el contrato que se quiera firmar un acuerdo de jurisdicción mediante el cual las partes acuerden someter el contrato a la legislación española y a la jurisdicción de los tribunales españoles (o de cualquier otro país miembro de la Unión Europea). De este modo, las partes se asegurarán que la interpretación de la firma electrónica quedará sujeta al Reglamento eIDAS, que tal como dijimos anteriormente, regula y reconoce la plena validez legal de la firma electrónica. Un ejemplo de redacción de dicha cláusula podría ser la siguiente: “El presente Contrato se regirá exclusivamente por la legislación española, sometiéndose las Partes a la jurisdicción exclusiva de los Tribunales de […] para la resolución de cualquier disputa que aconteciera, con renuncia expresa a cualquier fuero propio."