La información biométrica que capturamos proviene de la información sobre el grafo caligráfico, consistente en los puntos que lo integran y su posición, la velocidad, la aceleración y finalmente, en los dispositivos que lo permiten, la presión con que se realiza.
La información biométrica guardada en los documentos se cifra con una clave pública cuya clave privada - la utilizada para descifrar los datos - es generada por un tercero de confianza.
Por lo tanto, si es necesario descifrar esa información por requerimiento legal, se debe solicitar el acceso a la clave privada a una compañía independiente, que ha sido contratada para almacenarla con el máximo nivel de seguridad.